- “Este hijo está dando problemas desde que nació”
- “Es un trasto”
- “Es dinamita”
- “Es desobediente”
Frecuentemente hablamos e interpretamos la conducta de los demás, describiéndola de manera superficial y sacando de esta forma conclusiones, la mayoría de las veces, erróneas. Como padres nos conviene conocer de la forma más precisa posible lo que impulsa a nuestros hijos a actuar de la manera en que lo hacen. Por tanto utilizaremos términos concretos y teniendo en cuenta siempre las circunstancias en las que se producen.
Además si atribuimos a sus comportamientos palabras abstractas como desobediente, malo, trasto… dificultamos la comprensión de lo que se quiere decir con ellas y tampoco llegamos a saber cuál es realmente el problema.
Por último, al utilizar estos términos, impedimos el acuerdo entre las persona que rodean al niño puesto que un punto de partida vago y general es susceptible de diferentes interpretaciones. Como la eficacia de la intervención depende de esta cuestión es de prioridad máxima el acuerdo entre las personas implicadas en este proceso.
Llegados a este punto, la conducta diaria se refiere al comportamiento concreto definido, y a ser posible cuantificable, que queremos modificar y que previamente hemos definido en consenso, ambos padres y abuelos, o cualesquiera que sean los adultos de referencia para el niño.
EN LUGAR DE: | DIREMOS: |
Es desobediente | Se niega a recoger sus juguetes cuando esta viendo los dibujos. |
Es celoso y agresivo | Muerde y empuja a su hermano cada vez que este le quita su muñeca preferida. |
Es un trasto | Se le olvida el neceser cuando va a clase de educación física |
Es insociable | No saluda por la calle a los adultos conocidos |
Una vez que hayamos definido la conducta, pasaremos a describirla y medirla. Pero, ¿cómo podemos describir con claridad y precisión la conducta de nuestros niños? La observación y el registro son las herramientas que nos van a permitir precisar y operativizar transformando una definición que es una simple etiqueta en algo que podemos medir y sobre lo que podemos operar.
A la hora de diseñar un buen registro debemos considerar cuáles son los parámetros que determinan las conductas y acaban de definirla:
- El número o variedad de las conductas. Cuando Alejandro se niega a sentarse a la mesa para comer, esta conducta se manifiesta a través de otra serie de conductas como gritar, llorar, patalear, quejarse de dolor de tripa…
- Intensidad: Aquí determinaríamos cuanto grita o llora.
- Frecuencia: Indica las veces que aparece este comportamiento por unidad de tiempo.
- Duración: El tiempo aproximado que dura la conducta.
Algunos ejemplos de registros podrían ser:
Conducta: Alejandro se queja de dolor de tripa y llora cuando lo llamo para que venga a comer | ||||||||||||||
Momento del día | Frecuencia | Duración: Tiempo en segundos o min. | Intensidad: Mucho, bastante, poco | |||||||||||
LUNES | DESAYUNO | //// | 20” | 40” | 30” | 70” | M | P | B | B | ||||
COMIDA | / | 10” | M | |||||||||||
MERIENDA | / | 30” | P | |||||||||||
CENA | / | 30” | P | |||||||||||
MARTES | DESAYUNO | /// | 40” | 40” | 50” | P | P | M | ||||||
COMIDA | / | 10” | P | |||||||||||
MERIENDA | // | 10” | P | |||||||||||
CENA | / | 20” | B | |||||||||||
MIÉRCOLES | DESAYUNO | /// | 20” | 40” | 30” | B | M | M | ||||||
COMIDA | / | 20” | B | |||||||||||
MERIENDA | / | 20” | B | |||||||||||
CENA | / | 30” | B | |||||||||||
JUEVES | DESAYUNO | //// | 20” | 40” | 30” | 50” | P | B | B | M | ||||
COMIDA | / | 30” | B | |||||||||||
MERIENDA | / | 20” | B | |||||||||||
CENA | / | 30” | B |
El registro se adaptaría según la conducta.