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V. FRACASO ESCOLAR Y DISLEXIA: TRASTORNO ESPECÍFICO DEL APRENDIZAJE DE LA LECTO-ESCRITURA

La dislexia es una de las causas que mejor puede predecir un futuro fracaso escolar puesto que todo aprendizaje dentro de nuestro sistema educativo está basado y se desarrolla a través de competencias en lectura y escritura. Como el inicio en el aprendizaje de estas destrezas se realiza tempranamente, si el alumno fracasa está marcado desde muy pronto. Ya se sabe que el fracaso temprano tiene peor pronóstico si no se interviene a tiempo.

Se puede hablar de dislexia cuando un niño con un nivel cognitivo normal o superior, aprendizaje adecuado y sin problemas emocionales graves no es capaz de establecer el mecanismo de la lectura, lo que le lleva a un retraso de 2 años con respecto a su edad mental o cronológica.

Si no somos capaces de adoptar medidas eficaces, un alumno que presente un retraso en el aprendizaje de la lectura y escritura tendrá un mal pronóstico en el éxito académico. No sólo eso, sino que irán apareciendo otras dificultades asociadas como la desmotivación, una baja autoestima, problemas de ansiedad, problemas de conducta, etc.

El peso que adquieren los aspectos lingüísticos en los procesos de aprendizaje y la pobre conciencia lingüística (sobre todo en el aspecto fonológico) que poseen los disléxicos refuerza la idea de una relación positiva y elevada entre este trastorno y el fracaso escolar.

Distintas investigaciones de los últimos años han demostrado que la mayoría de niños disléxicos manifiestan una escasa conciencia fonológica (1), una alteración en la memoria verbal de corto y medio plazo (2), un déficit en el procesamiento del habla (3) y dificultades en la secuenciación y procesamiento automático (4).

La clave está en el desarrollo de estrategias de prevención que lleven a la detección temprana del trastorno, permitiendo de este modo diseñar planes de apoyo individualizado o en grupo.

La dislexia no se recupera al 100%, sin embargo, se puede conseguir que su influencia sobre la vida académica y personal sea la menor posible.

(1) Bradley y Bryan,1983

(2) Pestum, 2001

(3) Gelder y Bromeen,1996

(4) Hooper y Willis, 1989

FRACASO ESCOLAR IV. ¿QUÉ PIENSAN LOS PROFESORES DEL FRACASO ESCOLAR?

Siguiendo el mismo estudio de referencia del profesor Fernández (2010), que obtuvo la información mediante entrevistas, se extraen cuatro tipos de causas atribuidas al fracaso según los profesores:

1.- Causas socioculturales:

* Desvalorización de los estudios.

* Satisfacción inmediata.

* Barrio o zona marginal, zonas rurales o comunidades cerradas.

* Ser gitano.

* Ser inmigrante, mal escolarizado, con bajo nivel formativo para su edad, que habla otro idioma o que se incorpora a mitad de curso.

2.- Causas familiares:

* Clase social de los padres. Profesión. Nivel de estudios. Situación laboral.

* Empleo de los hijos en el ámbito familiar (futuro) y como ayuda (presente).

* Expectativas de utilidad de la formación y la cultura.

* Familias desestructuradas y problemáticas.

* Quiebra de la familia de origen (divorcio, familias reconstruidas, monoparentales). Fin del modelo tradicional familiar (madre en casa). Poca convivencia con los hijos.

* Relación de la familia con el centro educativo.

3.- Causas institucionales:

* Currículo común impuesto, obligatorio y rígido que impide diversificar. Muy teórico y poco flexible.

* Bajo nivel educativo en primaria, por la promoción automática.

* El sistema no compensa las deficiencias de origen sociocultural, porque faltan medios.

* El paso de primaria a secundaria supone un cambio de relación profesor alumno. Relajación del control.

* Falta de preparación pedagógica de los docentes.

* Falta de responsabilidad de otras instituciones para hacer frente a los absentismos, por ejemplo ayuntamientos o inspección.

* Imagen del centro provocando concentración de un determinado tipo de alumnado.

4.- Causas atribuibles al individuo:

* Falta de capacidad intelectual.

* Desinterés por el contenido.

* Desfase entre el conocimiento del alumno y el del grupo generando desinterés.

¿CUÁL ES EL PESO DE CADA UNA DE LAS ANTERIORES CAUSAS SEGÚN LOS DOCENTES?

Los diferentes análisis han mostrado que, dentro de la dimensión social, la explicación del fracaso que obtiene mayor consenso es el lugar donde se vive.

En las cuestiones del ámbito familiar aparece la utilidad que la familia atribuye a la formación.

Entre las causas vinculadas a lo educativo adquiere mayor significado la rigidez del currículo y la falta de preparación del profesorado.

Finalmente, en cuanto a las características atribuibles al alumno como causantes del fracaso, destacan las preferencias individuales.

Este es un punto interesante para abordar la reflexión en torno a la conexión entre psicopatología infantil y adolescente y FE puesto que a pesar de que en los alumnos con fracaso escolar están presentes historias con alguna dificultad de tipo emocional, cognitiva o pedagógica, parece que estas variables individuales no son percibidas por los docentes como causa principal del FE.

FRACASO ESCOLAR III. ¿CÓMO EXPLICAN LOS ALUMNOS SU DECISIÓN DE ABANDONAR Y EL PROCESO QUE LES LLEVA AL MISMO?

Mediante entrevistas a jóvenes que han abandonado recientemente los estudios, a directores y a orientadores, el equipo de profesores de Sociología de la Universidad de Salamanca formado por Mariano Fernández Enguita, Luis Mena Martínez y Jaime Riviere Gómez, ha concluido en un estudio sobre FE que:

1.- El paso del colegio al instituto es un momento especialmente arriesgado y se vincula a un cambio en la relación profesor-alumno. La opinión de los alumnos es que los profesores del instituto hacen más caso a los que tienen buenos resultados; del resto, únicamente les preocupa que no molesten.

2.- El retraso resulta muy difícil de recuperar: se acumulan esfuerzos pendientes y acaba provocando un desánimo que conduce al abandono.

3.- Las herramientas de atención especial se valoran positivamente; la Educación Compensatoria se critica porque concentra a alumnos con problemas de disciplina que impiden aprovecharla a los interesados. La Diversificación Curricular se considera de “Tontos” y algunos prefieren no obtener el título a entrar en este programa. Lo que principalmente molesta a los alumnos es la separación situacional en las aulas. Los alumnos acaban actuando según la etiqueta asumida.

4.- Los profesores están bien valorados por los que fracasan, en general. Sin embargo, unos pocos profesores hacen mucho daño al provocar el deseo de abandono. Algunas de las sanciones impuestas son consideradas más un premio que un castigo y refuerzan la intención de abandonar; y si esto sucede en plena adolescencia, cuando los chavales se creen “mayores que nadie”, parece que las críticas, opiniones o sugerencias les den lo mismo.

5.- La mayoría del alumnado considera un logro personal el permitirles tomar decisiones y madurar cuando abandonan el sistema educativo. Piensan que la obligatoriedad uniforme es inútil y que los conocimientos adquiridos carecen de utilidad. Son críticos con la exigencia de títulos. Lo que más valoran del colegio es la posibilidad de conocer gente diferente, de hacer amigos.

Los alumnos nos piden a gritos más creatividad a la hora de buscar alternativas cuando un chaval fracasa.

FRACASO ESCOLAR II. ¿DESDE CUÁNDO NOS PREOCUPA EL FRACASO ESCOLAR Y POR QUÉ DEBE PREOCUPARNOS?

Hace 50 ó 60 años, se consideraba natural que los niños y adolescentes fueran rechazados en masa por el sistema escolar. La escolarización primaria era un objetivo universal, sin embargo a nadie le era extraño que los alumnos abandonaran mayoritariamente la escuela para incorporarse a la actividad laboral. Hasta la aprobación de la Ley General de Educación en 1970, había claramente dos sistemas, el constituido por la escuela primaria y el aprendizaje de un oficio y el de bachillerato y la enseñanza superior. Al primero podían acceder los trabajadores y la mayoría de la población; al segundo que sólo llegaban algunos privilegiados.

Las reformas cambiaron progresivamente esta situación. Hubo presión política para extender el acceso a la enseñanza, y los beneficios que lleva aparejados, al conjunto de la población. Estuvo presente igualmente la convicción económica de que el capital humano de un país era tan importante o más que el físico o económico en el desarrollo y competitividad del mismo. Finalmente se constató que la tarea no era fácil y que en el camino podían caer además de los de siempre, otros, incluidos hijos de clases sociales con elevadas expectativas escolares.

La generalización de la enseñanza secundaria se ha revelado una tarea compleja. Las dificultades se dejan sentir en las clases populares pero en buena medida y cada vez más, en las clases medias. Así es como el FE ha pasado de ser algo sobreentendido, aceptado por todos, a un motivo de alarma social.

¿Nos debe preocupar? Sí, nos debe preocupar y ocupar ante todo por dos grandes motivos. Uno de ellos tiene que ver con la sociedad de la información y el conocimiento. Las oportunidades de las personas dependen cada vez más de su cualificación, de su capacidad de obtener, manejar e interpretar la información, de emplear y adquirir el conocimiento. No cabe duda de que estas capacidades están a su vez influidas por otros factores no tan modernos como la propiedad, los ingresos, el género, la raza, la constitución física, la nacionalidad, etc. Sin embargo, aceptado esto, las estrategias individuales, familiares y grupales de movilidad y de reproducción social dependen cada vez más de la educación. El acceso y la capacidad de utilizar e intercambiar información y conocimiento divide pues a los poseedores de los no poseedores. Esta fractura no se circunscribe a un marco nacional sino en un marco global. Millones de trabajadores con iguales cualificaciones están dispuestos a realizar las mismas tareas por un salario menor; y muchos millones más con menor cualificación lo harán, si pueden, por un salario aún menor.

La segunda razón y continuando con el razonamiento, es que la sociedad global y de la información es también una sociedad reflexiva y en transformación. Del capitalismo se ha dicho que es como una bicicleta: sólo puede mantener el equilibrio si avanza. Las naciones y las personas necesitan también avanzar para mantener su posición en la estructura internacional y social. Es una sociedad del aprendizaje y el sistema educativo debe equipar a todos, no sólo con un bagaje de información y de conocimiento para ser empleado a lo largo de toda una vida activa, sino también con la capacidad de continuar aprendiendo a lo largo de toda la vida, recorriendo diversos caminos que van desde el autoaprendizaje, pasando por la formación continua y ocupacional. En una trayectoria vital típica dedicamos a aprender desde los 6 años a los 20 y a aplicar lo aprendido de los 21 a los 65, ello implica dedicar una cuarta parte de la vida a aprender y tres cuartas partes a aplicar lo aprendido. Si el aprendizaje no se consigue a la primera, habrá otras ocasiones de conseguirlo. Éste era el sentido de la educación permanente como remedio del fracaso escolar. Contrariamente, en la sociedad del aprendizaje cuando quien ha cosechado un fracaso va a por su segunda oportunidad, el que ha conseguido el éxito no se limita a esperar que el otro lo alcance sino que entra en una nueva etapa.

La sociedad de la información y del conocimiento, y particularmente el trabajo y su cualificación, actúan según una dinámica en espiral en la cual quien comience bien continuará mejor, y viceversa.

Afrontar el FE no es simplemente combatir la desigualdad en un aspecto de la vida, en el acceso a un bien, sino combatir la desigualdad en el acceso al recurso clave de la estructura social y de la distribución de oportunidades de vida individuales. De ahí su centralidad. Decididamente, es lógico preocuparse y esforzarse por encontrar soluciones.

UNAS VECES SE APRUEBA… OTRAS SE APRENDE

pato

En España el  23’8% de la población entre 18 y 24 años no ha completado el nivel de enseñanza secundaria. Además, algunos informes revelan que el 88% de los alumnos que han repetido un curso en secundaria dejan los estudios sin titular. Esto, que en España es habitual, en Europa es una excepción.

Si tu hijo no está logrando lo esperado y es tarde para remediarlo en este curso, no te dejes llevar por el pesimismo o la frustración al ver que las cosas no salen bien a pesar de estar luchando mucho para conseguirlo.

Algunas familias dejan de insistir y abandonan, sin embargo, muchas continúan pese a todo.  Hay que entender todas las experiencias como oportunidades para aprender, teniendo en cuenta que no todo lo que se quiere va a ser satisfecho rápidamente. Una buena actitud ante la vida y el entusiasmo por determinados campos de conocimiento pueden llevarlo a alcanzar el éxito fuera del sistema educativo.

Nunca debemos subestimar las ganas de destacar en un determinado campo por parte de nuestros alumnos. Aunque no se les dé bien estudiar la teoría, y fallen en los exámenes, no quiere decir que no aprendan nada, porque de los errores también se aprende. Esto hay que tenerlo claro, y no considerar los errores como simples fallos, sino como posibilidades de aprender.

En este sentido, queremos recordar la historia de otras personas que fracasaron antes de triunfar y pudieron sacar aprendizaje del fracaso.  El caso más llamativo podría ser Thomas Alva Edison, que de hecho, para inventar la bombilla, tuvo que hacer más de mil intentos. A él se le atribuye la frase » ¿Fracasos? No sé de qué me hablas. En cada descubrimiento me enteré de un motivo por el cual una bombilla no funciona. Ahora ya sé mil maneras de no hacer una bombilla».  Gracias a él disponemos de gran cantidad de inventos: el micrófono, telégrafo, lámpara, cámara de cine… Inventos que consiguió a fuerza de equivocarse y volver a intentarlo.

Igual que Edison, otros muchos hoy famosos fracasaron primero, pero después encontraron su camino y se desarrollaron plenamente, como: Stephen King, Vicent Van Gogh, Albert Einstein o Walt Disney. Tal vez sus historias nos motiven para seguir adelante con más fuerza, ya que si ellos consiguieron algo, ¿por qué no voy a poder hacerlo yo?

Flaco favor hacen los que etiquetan a los repetidores de vagos, torpes e incluso marginados, considerándolos alumnos sin motivación y sin expectativas de futuro. Muchas personas que repitieron curso son claros ejemplos de adultos responsables, estables familiar y profesionalmente. En definitiva, no hay que rendirse nunca y siempre luchar por lo que uno quiere, ¿quién puede decirte lo que tú mismo eres capaz de conseguir? Solo TÚ mismo.

Siempre se puede contar con un profesor, familiar o amigo que sabe encender la chispa en el interior de aquellos  en los que nadie cree.